La devoción de la noble casa de los Marqueses de Cañete hizo que quisieran concurrir a una obra tan piadosa y cristiana como fue la construcción del convento. Don Diego Hurtado de Mendoza dio 400 ducados para comprar la mayor parte del edificio, Don Fernando de Mendoza 200 ducados, Don Rodrigo de Mendoza dejó un testamento de 5.000 ducados para levantar la iglesia.
En cuanto a las licencias para la fundación fue expedida en Madrid el 6 de Octubre de 1569. Pasados algunos años, Fray Juan Bautista Sánchez, hijo que fue de este mismo pueblo y Provincial de esta provincia, hallándose en algunos superiores empleos de la religión, fue muy favorecido por varios Príncipes y principalmente de los Señores de la referida casa Cañete, añadió al convento la mayor parte de su vivienda.
Enriqueció una capilla de la iglesia con innumerables y preciosas reliquias, principalmente con dos dientes del Sagrado Precursor Bautista y un carbón de los que se sirvieron al martirio de nuestro invicto español San Laurencio sacado de la Basílica de “ San Laurencio in Dámaso” de la ciudad de Roma.
Adornó el claustro inferior con los mejores lienzos de la provincia trabajados por el célebre pintor Zúcaro y formó una de las mejores librerías que se hallaban en la provincia en aquel tiempo.
Dejando el convento capacitado para dar habitación a 40 religiosas. El título que se dio al nuevo convento fue el de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, que pasó posteriormente al de La Regular Observancia de San Francisco y en la actualidad de Jesús Desenterrado.
Con el paso de los años el edificio ha ido sufriendo el desgaste lógico del tiempo, siendo la cubierta la que presentaba peor estado, ya que las goteras existentes amenazaban un deterioro inminente del resto del edificio, por lo que el Ayuntamiento ha decidido su renovación, sustituyendo las maderas y teja.
Los trabajos que concluyeron en el año 2006 se llevaron a cabo a través de una Escuela Taller de Especialización Profesional “Jesús Desenterrado”, en el que han participado 12 alumnos (2 hombres y 10 mujeres), mediante un convenio firmado entre el Ayuntamiento, el Servicio de Empleo Público de Castilla la Mancha (SEPECAM) y los Fondos de la Comunidad Económica Europea, en cuya obra se han invertido 195.000 Euros.