El “PALACIO”, como así lo conocemos, se encuentra entre la Plaza Mayor y la Calle de las Damas, destacando en el exterior sus ventanales a la citada calle y una hilera de espléndidos balcones asomados a dicha plaza.
El acceso a la entrada principal desde la Plaza se realiza por un singular espacio conocido como “EL PUNTÍO”, configurado por arcos de medio punto a ambos lados y adornado con bóvedas de lunetos decorativas en su interior.
Su construcción debió de producirse también en el siglo XVI, coincidente con la época de la Iglesia y del Convento.
Perteneció, en sus orígenes, a los Hurtado de Mendoza, conocidos como Marqueses de Cañete, que ejercieron su influencia política y social en el siglo XVI y en la mitad del XVII. Posteriormente a estas fechas, el Diccionario geográfico universal refiere como dueños del Palacio a los marqueses de Fuentelsol. Pero lo cierto es que los documentos escasean, y eso dificulta conocer precisiones históricas sobre este Palacio, del que también fueron dueños los marqueses de Valdecorzana.
Ya en fecha muy reciente, en la segunda mitad del siglo XIX, el Palacio estaba adjudicado al Excmo. Sr. D. Hipólito de Queralt y Bernardo de Quirós, quien a su fallecimiento lo legó por testamentaría, en 1878, a su hijo, el Excmo. Sr. D. Enrique de Queralt y Fernández Maquieira, quien ostentaba diversos títulos nobiliarios, como Conde de Santa Coloma, Marqués de Vallehermoso, etc.
Tenemos el privilegio de poseer la documentación por la que el noble antes citado, último dueño de la casa-palacio, la vende al Ayuntamiento de La Parrilla, según refleja el sello de la escritura pública de compraventa, en 1930. El documento de transmisión encierra datos importantes. Se describe la «Casa-Palacio» en este documento como ubicada en la plaza, llamada entonces» “Plaza de la Constitución”, la medida total del Palacio abarcaba una superficie de 1.691 metros cuadrados. En resumen, el edificio comprendía un portal, un patio grande con una cueva, un jardín, cuatro escaleras en diferentes puntos, dos salones, veintinueve cuartos (o habitaciones), seis cocinas, dos tiendas con dos trastiendas de comercios, un corredor, un almacén, un jaráiz con una cueva, una cochera, tres cuadras, un corral y cámaras en toda la extensión del mismo, además de la Capilla de San José, cuarto inmediato y Sacristía.
Ya constaba en la escritura que la Iglesia Parroquial venía haciendo uso de unos anejos de este Palacio con destino a sacristía, capilla y escalera; tras la compra del Palacio y su pertenencia al Ayuntamiento es bien sabido que tanto el propio Palacio como sus dependencias se han utilizado para diversos fines: escuelas públicas, salón de baile, salón de cine, dependencias de la Guardia Civil, y enfrente de éstas, un lugar adaptado como cárcel, tiendas de comercio de diversa índole, instalación por los años cincuenta de la primera oficina bancaria, el Banco Popular Español.
Muy recientemente el Ayuntamiento acometió la reconstrucción del Palacio, ya concluida, con una distribución en cuatro plantas: la planta baja, destinada a sala de actividades culturales; la primera planta se compone de un salón de actos, sala de exposiciones y diferentes aulas para actividades de las diferentes asociaciones; la planta segunda esta destinada a centro de formación; la planta tercera para Biblioteca y Sala de medios informáticos y albergando un local que muy bien podría ser destinado a Museo Municipal.
El conjunto de la Iglesia, el Palacio, el Centro de Salud y la Vivienda de Mayores dan al entorno una monumentalidad digna de visitar.